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Comenzar terapia...

Si usted ha llegado a esta sección es porque de alguna manera hay algo en su vida que ya no va, que ya no funciona, que ya no es como usted quiere. Posiblemente usted ha buscado todo tipo de soluciones: algunas personas intentan con medicamentos, otras quizás han intentado olvidar y dejar de pensar en el tema que aflige; y también posiblemente se intentó renunciar a todo con tal de sentirse diferente. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, pareciera que hay algo que no termina de destrabarse. Algo en usted sabe que hay algo más.

Encontrarse en un momento como ese, da la posibilidad de hacerse preguntas que antes no se había hecho o que no se había planteado trabajarlas. A pesar de la sensación de repetición y del encuentro con los mismos tropiezos, uno no se vuelve experto de su propia vida. Pareciera que incluso empeora. Pero lo que se pierde de vista es que quizás ese algo tenga sentido, que diga algo. Sólo que aquello que dice es muy distinto a lo que se ha habituado uno a comprender. De esto se trata comenzar un psicoanálisis. Entrar por un camino que permite la resolución de conflictos en la vida. 

¿Qué tipo de conflictos son los que atiende el psicoanálisis?

 

Podemos de entrada mencionar que todos los que se relacionen con la subjetividad. Es decir, aquello que nos concierne emocionalmente, nuestros pensamientos, ideas, el o los amor(es), los sueños, las angustias, etc. Y a pesar de ser un trabajo delimitado, sus efectos son extensos y singulares debido al material sobre el que se trabaja. Esto sólo se puede experimentar en carne propia, cuando alguien ha pasado por el consultorio de un psicoanalista: aquella persona se vuelve capaz de escuchar y poner en tensión la vida con la finalidad de concebir transformaciones en los modos de vivir. 

Lo que puede ocurrir en un psicoanálisis, es la posibilidad de liberarse de algunas cosas en la vida: algunos dolores, la negación, al sometimiento, el maltrato, historias que se repiten, fracasos constantes, soledad, corazones rotos, problemas familiares, heridas, traiciones, miedos,  desesperanzas, traumas, dudas, inseguridades… y también, la construcción de modos distintos de decidir. 

Decidir es esa manera en que tenemos para ejercer la libertad. Asumiendo los costos, sabiendo hacer mejor con nuestras elecciones y estar más advertidos. Eso permite algo que mucha gente busca y que confunde. Pues mucha gente llega desesperada buscando alivio, cuando que el alivio es sólo un fragmento de lo que puede ser el cuidarse. Quien comienza un psicoanálisis, comienza un cuidado de sí, un cuidado de su vida. Eso libera y permite encontrar mejores modos de vivir y estar satisfechos con la historia que se construye día con día. 

Aquellos interesado en comenzar, adelante. Nos hemos comprometido con escuchar cuidadosamente, teniendo la responsabilidad que cada vida requiere. No buscamos juzgar a nadie. Mucho menos a hacer mal uso de lo que vienen a depositar en nuestros consultorios. Para quienes conformamos esta comunidad de psicoanálisis, nos une el deseo y la pasión por escuchar y aproximar la experiencia psicoanalítica a nuestra ciudad y estado.

Atendemos problemas de ansiedad, depresión, ataques de pánico, tristeza, apatía, falta de motivación, problemas amorosos, problemas de pareja, traumas, fobias, angustia, estrés, problemas laborales, pérdidas, separaciones, infidelidades, problemas emocionales, dificultades sexuales, asuntos familiares, repeticiones, patrones de conducta, problemas de sueño, y un largo etc.

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